Aprender de robótica es abrir la puerta a un conjunto de habilidades. Para ello, el acompañamiento resulta esencial. En este proceso entran en juego el pensamiento computacional, la programación, la lógica y la capacidad de analizar problemas desde nuevas perspectivas, entre otros.
Se trata de, además de dar acceso a una herramienta tecnológica, de garantizar una experiencia de aprendizaje integral. Desde ODILO, nos enfocamos en que cada persona pueda avanzar a su propio ritmo, con la guía y los recursos necesarios para conectar la robótica con múltiples áreas del conocimiento y aplicarla en contextos reales.
Con un buen acompañamiento, cada desafío con el robot se convierte en una oportunidad para experimentar, equivocarse, aprender y crecer. Así, la robótica deja de ser un fin en sí misma para convertirse en un medio que impulsa competencias clave para el futuro: resolución de problemas, creatividad, pensamiento crítico, colaboración y autonomía.
El valor de la robótica está más allá de aprender a dar instrucciones a un robot, está en todo aquello que se aprende alrededor de él, el comprender cómo y por qué aplicar los conocimientos adquiridos, conectar distintas disciplinas y avanzar de manera progresiva. Y es en el acompañamiento donde esa experiencia cobra verdadero sentido, porque garantiza que el conocimiento sea práctico y a la vez exponencial.
Noticia enviada por ODILO