Un robot en el aula… ¿Un qué?

En primavera de 2016, unos Kits Viajeros, llenos de material de robótica educativa, llegaron a las aulas del Colegio Sagrado Corazón de Pamplona. Gorka nos cuenta en el siguiente post cómo fue su experiencia con los materiales compartidos de HispaRob:

Abril de 2016. Colegio Sagrado Corazón (Pamplona). Gorka García @Gorkaprofe

A finales del mes de abril, y hasta mitades de mayo, mis alumnos tuvieron la gran suerte de recibir desde el centro de Antonio Ruiz en Leganés, unas cajas “ubuntu” de robótica.

Yo lo he llamado el “Kit viajero”, porque uno de los aspectos mas emocionantes era saber que compartíamos esta ilusión con otros niños de diferentes ciudades de España.

Una vez disfrutados todos esos mBots y Sensings, los mandamos a Murcia, donde Jose Blas García acogió nuestra emoción y la compartió con sus alumnos.

La iniciativa surge de la mano de compañeros apasionados por la educación. Pero no de la educación en general, sino apasionados de esa EDUCACIÓN DE TODOS Y PARA TODOS. Esa educación que está por encima de los currículos, de los gurús, de los prestigios individuales y del marketing.

Es la educación inclusiva, colaborativa, basada en los derechos sociales, y que permite la igualdad de oportunidades.

Es el medio para que las nueva maneras de aprender lleguen a todos los lugares posibles.

Podéis profundizar en el nacimiento de este regalo, en esta entrada anterior. Y más concretamente en la página 37 de este documento.

La idea de este post es contar nuestra primera toma de contacto con la robótica educativa.

Teníamos pensado escribirla más adelante, pero como este fin de semana tiene lugar en Donosti el evento #PR3D2016, aprovecharemos para compartir la experiencia a modo de comunicación en el mismo.

En Pamplona…

Los alumnos de 6º que habían trabajado con Scratch durante el curso, fueron los primeros en tener contacto con los mBots.

Unos robots que se programan fácilmente con mBlock, plataforma muy similar a Scratch.

Gracias al tutorial de Antonio Ruiz, fue todo muy sencillo. Instrucciones para conectar, código para realizar acciones concretas…

Afortunadamente, Antonio nos envió los robots montados, evitando seguramente mi desesperación como “manitas”.

Lo que más les impresionó fue poder manejar con el teclado al robot. Ver que el código tenía sentido.

Era emocionante oír el sonido ambiente de la clase donde todos querían enseñarme lo que hacían.

Algún grupo programó el robot sin movimiento, centrándose únicamente en el bloque “play tone” de sonido.

Compusieron pequeñas melodías, y ya crecidos, hicieron que el mBot tocase “La canción de la Alegría” entre otras.

Otro grupo intentó (sin éxito) crear un código de luces para personas sordas.

Querían mandar mensajes con el robot, sin emitir sonido, y sólo usando los “leds on board”.

Existen más posibilidades de conexión y ejecución de los mBots, pero debido a fallos técnicos, sólo pudimos probar dos robots de forma inalámbrica, y tuvimos problemas para conseguir programar la placa para que se ejecutase sólo.

Resultaba aún más atractivo no estar “enganchados” al cable USB, pero quizás la poca (ninguna) experiencia de los “profes” (nosotros) limitaba bastante.

Nuestra última hazaña consistió en combinar el objeto virtual del programa y el robot.

Creamos una variable de distancia, de manera que en la pantalla, el “Osito” nos decía a qué distancia del robot (físico) estaban los objetos. Estábamos aunando los sensores del mBot y el código del programa.

Con los alumnos de 5º de primaria teníamos la idea de construir los “Sensing”, que una vez montados ya estaban programados y con darle a un botón se movían.

Sin embargo, a la tercera sesión no pudimos resistirnos a enseñarles mBlock.

Habían utilizado Scratch en un par de ocasiones anteriormente, y a pesar de ello, no tuvieron ninguna dificultad.

Las valoraciones fueron muy positivas, y en la evaluación de final de curso, la gran mayoría nombró a la robótica como lo mejor del año.

La dedicación a la actividad fue de 5 sesiones de 50 minutos en 6º de primaria y 4 sesiones en 5º de primaria.

Quiero reiterar que nuestra idea fue tener una toma de contacto con los robots, y no teníamos ningún objetivo curricular concreto. Si tuviésemos la oportunidad de nuevo, seguramente daríamos un pasito más, como utilizar el robot para realizar una misión, trasladar conceptos trabajados a la realidad gracias al robot, entender la importancia de los robots en nuestras vidas, profundizar en el “hardware” del mismo, etc.

Después de la experiencia, recomendamos sin ninguna duda la introducción de la robótica en el aula.

Vídeo:

https://youtu.be/MdvMl2G-f48

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