Sumas que multiplican

En el colegio Enrique Tierno Galván se han atrevido a experimentar con el kit viajero “My Robot Time Sensing” (donado por Logix5) con sus peques de cinco años. Aunque el material en principio está destinado para más edad, ¡la experiencia ha sido un éxito! Todo lo que han aprendido y disfrutado nos lo cuenta la maestra Carmen Gloder, en el siguiente post:

Quiero recoger la frase que a Mercedes Ruiz (@londones) tantas veces he oído y leído, parafraseando al doctor Francisco Mora Teruel “Sin emoción no hay aprendizaje” , e ir un poco mas allá para comentar que “la suma de emociones multiplica los aprendizajes”. Eso es lo que he vivido con mi clase de 5 años del CEIP “Enrique Tierno Galván” trabajando con los KITS ROBÓTICOS DE HISPAROB. Os cuento sobre emociones:

  • Emoción por la llegada de la caja que había traído el cartero al colegio.
  • Emoción por que la caja era transparente y se adivinaban cosas de colores dentro, piezas, ruedas, más cajas…
  • Emoción de la alumna de prácticas de la UAM que nos acompañaba en esa época haciendo su formación de tercer curso, por ser su primer contacto con robots.
  • Emoción de la profe que no sabía lo que iba a salir de la experiencia, ya que no había previsto esta actividad con este grupo al pensar que son muy pequeños para el material recibido.
  • Emoción de la lectura de las primeras palabras antes de abrir la caja.

  • Emoción por el contenido de la caja, (10 kits de MY ROBOT SENSING), que en ojos de los niños son piezas de colores, muchas piezas, con ruedas, con pilas con motores, más piezas…
  • Emoción porque íbamos a hacer un robot, UN ROBOT!!!!!!

Y comienza la tarea, primero una breve explicación de qué es un robot, sus partes principales, motores para andar, pilas o baterías para tener energía, un cerebro para que se mueva, los sensores que son como nuestros ojos y las piezas para construirlo. Nos organizamos en seis grupos de cuatro o cinco personas y lo primero que hay que hacer es decidir entre todos qué modelo de robot queremos construir. Hay cuatro modelos, un pato, un esquiador, una locomotora y un coche de bomberos. La decisión ha de ser conjunta por acuerdo de todos los miembros. En algún grupo tenemos que hacer votaciones para elegir ya que no hay acuerdo mutuo. Una vez decidido esto tenemos que “leer” las instrucciones y saber qué piezas necesitamos para cada paso.

Luego hay que decidir quién va a buscar las piezas a las cajas que están situadas en un lado de la clase. Acordamos que solo puede ir uno cada vez, para que no haya muchos niños cogiendo piezas.

 

Y con las reglas claras comenzamos el trabajo. Poco a poco los grupos van montando sus robots, con algo de ayuda al principio para interpretar las instrucciones bien, pero poco a poco se van soltando y van avanzando en su trabajo. Se oye por la clase:

“Nosotros vamos por el paso 4″ ” Nosotros por el 6″, “Necesito un motor”, “¡Ayudaaa, no se cómo va esto!”

Emoción también en estado puro por hacer algo nuevo, trabajo en conjunto…

Y mientras tanto nosotras, las profes, ayudando pero sin agobios. No hubo ningún incidente con los niños a la hora de trabajar, de repartirse las responsabilidades ( el que va a por las piezas, el que lee las instrucciones, el que monta las piezas, el que observa que todo este bien…) e intercambiar esos papeles; ni tampoco con el material porque no se volcó ninguna caja ni las piezas salieron rodando por toda la clase, ni se perdió nada, al terminar cada sesión hicimos un barrido por toda la clase.

Y sí, claro, necesitaron ayuda, pero no mucha más que los niños de primero o de segundo. Tuvimos la ventaja de realizar nuestro montaje en más sesiones que los más mayores, lo que nos hizo trabajar más relajados.

Y al final los aprendizajes se multiplicaron:

  • Aprendimos qué es un robot y cómo se monta.
  • Aprendimos a leer las instrucciones de un libro.
  • Aprendimos a trabajar en equipo y colaborar en un proyecto común.
  • Aprendimos a repartirnos las tareas sin conflictos ni peleas.
  • Aprendimos a ayudar a los compañeros cuando lo necesitaban.
  • Aprendimos por qué nuestro esquiador no se cae cuando llega al borde de la mesa o por qué nuestro pato sigue el palo.
  • Aprendimos que juntos podemos hacer muchas cosas.

Al finalizar nuestros robots me pasé por las mesas de trabajo haciendo grabaciones y preguntándoles cómo había sido el proceso y que me contarán lo que habían hecho. Con sus respuestas he montado un pequeño vídeo donde podéis escuchar sus impresiones.

Ha sido un trabajo muy bonito y emocionante porque no había pensando en un principio trabajarlo con los peques de cinco años, ya que el material es para más mayores y no tenía claro que mis niños pudieran hacer el trabajo. Pero me han demostrado que son un grupo magnífico y que siempre hay que confiar más allá de sus posibilidades. No podía dejar pasar una oportunidad así, la oportunidad de tener los Kits Viajeros de HISPAROB en el colegio y no probarlos con mi grupo. Los kits han pasado también por la clase de primero y de segundo de primaria, con mucha emoción también y buenos resultados.

Como decimos al final del video GRACIAS HISPAROB!!!

Podéis ver el post original aquí: http://euroboticsweekeducation.blogspot.com.es/2018/02/sumas-que-multiplican.html

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