Compartimos el artículo de Antonio Laiz y Óscar Torrents publicado en el nº9 de Revista de Robots, sobre la estrategia y la metodología que han empleado para que sus estudiantes hayan conseguido clasificarse para este 2021 en la competición de nuestros socios ASTI Robotics Challenge.
La metodología es la herramienta que nos permite planificar y desarrollar la estrategia para afrontar los retos que debemos superar día a día. En este artículo pretendemos explicar cuál ha sido la estrategia y la metodología que hemos utilizado para que nuestros alumnos se hayan clasificado en el ASTI Challenge de este año, pero mucho más importante es, que todos los alumnos hayan avanzado en la programación de prototipos industriales a nivel educativo.
En el curso anterior, hicimos la primera aproximación al evento, construyendo unos coches convirtiendo materiales educativos que teníamos en el centro para conseguir un vehículo guiado desde un dispositivo móvil. Todo ello dentro del currículum de Programación Avanzada del Ciclo Formativo de Grado Superior de Automatismos y Robótica Industrial (CFGS_ARI), en una unidad formativa de sensórica, lo que nos proporcionaba 33 horas lectivas. Durante este curso, se ha planificado con antelación y se han creado en impresión 3D entrenadores para trabajar los diferentes sensores encima de las mesas de las aulas, lo que ha permitido que el alumno pudiera tocar de forma directa e inmediata cada una de las conexiones que se realizaban, pudiera verificar el código que se programaba y las funcionalidades de los sensores, o pudiera tomar las medidas necesarias de tiempo, distancia, voltaje, intensidad, resistencia, etc, etc.
Estas actividades han hecho que el conocimiento fluya entre los grupos de clase y se compartan las experiencias.
Una vez finalizado el grupo de actividades previstas y en paralelo con los requisitos de competición del ASTI Challenge, cada grupo ha tenido que editar un vídeo de presentación y confeccionar una memoria del proyecto. En ella se han incluido un presupuesto de educación y un presupuesto real, en el que se observaba que el prototipo con el que los alumnos están trabajando podía pasar de unos 110 € a más de 500€ si la impresión 3D se hiciera fuera del centro. También se ha procedido a incluir en el blog del grupo cada una de sus experiencias, lo que permite al alumno mostrar la evolución de sus actividades en el día a día del centro.
Es importante tener en cuenta que este trabajo, de vídeo, memoria del proyecto, para ASTI Challenge y el blog como actividad dentro del CFGS, se realiza fuera del horario lectivo, lo que supone una carga considerable de trabajo para todos, alumnos y profesores. Cuando se ha procedido a montar toda la sensórica en los prototipos de los “AGV’s” y también en paralelo, se han montado las pistas de pruebas para intentar superar los retos de la competición. Este aspecto que parece banal, no lo es, y posteriormente veremos los problemas que ha acarreado a las programaciones de los prototipos.
Se recogieron cartones de los supermercados para construir dos laberintos, se unieron folios para conseguir crear una cuadrícula y se construyó un circuito para sigue-líneas en una tabla de aglomerado. Con esto los alumnos ya tenían la pista perfecta para empezar a hacer funcionar sus prototipos y a programar algunas de las funciones que reclamaba el ASTI Challenge.