Proyecto Piloto Matatalab – Experiencia STEAM Academy

Compartimos este artículo enviado por los compañeros de ALLNET sobre el estudio de caso del programa piloto Matatalab:

Con el objetivo de animar a profesorado y alumnado a explorar su imaginación y combinar el pensamiento colaborativo con el descubrimiento lúdico del mundo de la codificación, Matatalab ha puesto en marcha un proyecto piloto. Esta iniciativa consiste en facilitar a los centros educativos la adquisición de cualquiera de sus productos para integrarlos en el aula a cambio de que los/as docentes creen y compartan un plan de lecciones y una memoria donde expongan cómo lo han implementado, así como el feedback obtenido por parte de su alumnado y su experiencia a la hora de utilizarlos.

En ALLNET nos encargamos de gestionar el proyecto piloto en España. En lo que va de año ya han participado 10 centros educativos y las experiencias están siendo increíbles. Es por ello que nos gustaría compartir los estudios de caso que nos están haciendo llegar desde distintos centros.

En esta ocasión os traemos el de la STEAM Academy (Galicia), una academia de actividades extraescolares donde llevan a cabo actividades de ciencia, robótica, pensamiento computacional, etc. y que ha participado en el proyecto piloto utilizando el robot Tale-Bot.

¿Cuántos niños hay en el grupo?

Hemos realizado el proyecto piloto con Tale-Bot en dos grupos diferentes. Cada uno de ellos estaba formado por seis niños y niñas de edades comprendidas entre 4 y 7 años. En ambas clases se han llevado a cabo las mismas actividades, adaptadas a las características de cada uno de los grupos.

¿Cómo se utilizaron los robots Matatalab?

Los utilizamos para realizar varias actividades dentro del proyecto La búsqueda del tesoro. Una de las actividades fue El mapa del tesoro, en ella los alumnos y alumnas, organizados en parejas, tenían la misión de llegar a los tesoros ayudándose de las indicaciones en forma de coordenadas de los diferentes mapas. Para esta actividad utilizamos el mapa en blanco de coordenadas que viene incluido, mapas del tesoro en los que se indicaba desde qué coordenada sale el robot y en qué coordenada está el tesoro, los rotuladores y las tarjetas de direcciones. Cada pareja elegía un primer mapa del tesoro y se distribuían las diferentes tareas: situar el robot y la X del tesoro, trazar con el rotulador el camino más corto y sencillo, realizar la secuencia con las tarjetas de indicaciones y programar el robot para que llegara a su destino. Después de alcanzar el tesoro tenían que escoger otro mapa, distribuir nuevamente las tareas y volver a empezar. Los mapas del tesoro estaban separados en diferentes niveles, de este modo, cada pareja podía decidir si quería hacer otro reto del mismo nivel o pasar a un nivel de mayor dificultad. 

Esquivando piratas fue otra de las actividades llevadas a cabo en parejas en la que, entre ellos y ellas, se lanzaban retos y los resolvían. Un miembro de la pareja tenía que preparar el reto colocando el robot en un punto, el tesoro en otro y algunos piratas en el camino que separaba ambos. El otro miembro de la pareja tenía que definir el camino que iba a seguir evitando a todos los piratas que pudiera haber en él y programar al Tale-bot para que llegara al tesoro. Al terminar el reto, se cambiaban los roles y volvían a empezar.

La última actividad realizada fue Historias sobre tesoros. En esta se organizaron en grupos de tres y tenían como objetivo crear una divertida historia sobre un tesoro escondido. Para ello se utilizaron los mapas en blanco y las pegatinas de diferentes personajes y objetos que incluye el robot. En equipo y observando las pegatinas disponibles, tenían que decidir quien sería su protagonista, dónde encontraba el mapa del tesoro, cómo conseguía llegar al tesoro y, por último, qué había dentro de este. A continuación se colocaron las pegatinas en el mapa, trazaron el recorrido y secuenciaron las diferentes órdenes a la vez que iban narrando y grabando la historia.

¿Qué habilidades desarrollaron?

La utilización del Tale-bot Pro favoreció el desarrollo de muchas habilidades a lo largo de las diferentes actividades realizadas. Algunas de ellas son:

  • El pensamiento computacional, al tener que descomponer el reto en varios pasos (colocación del robot, elegir el camino más sencillo, definir los diferentes pasos con ayuda de las tarjetas y programar) y al tener que secuenciar los movimientos necesarios en el órden correcto para conseguir que el robot llegase al objetivo.
  • La atención, focalizada al programar las secuencias, seguir al Tale-bot mientras las ejecutaba y observar si llegaba o no al destino fijado.
  • La visión espacial y el pensamiento abstracto, al tener que comprender las coordenadas para situar el robot correctamente y secuenciar los diferentes movimientos para que el robot girara a un lado o a otro sin ellos moverse del sitio.
  • La creatividad, al tener que imaginar y crear divertidas historias a partir de todas las pegatinas disponibles. 
  • El trabajo en equipo, al tener que crear estas historias en pequeños grupos, comunicando las propias preferencias, escuchando a los demás y llegando a un consenso.

¿Qué funcionó mejor y qué supuso un reto?

Lo que más nos sorprendió fue la facilidad con la que comprendieron el funcionamiento del robot.  El Tale-Bot tiene los botones para programar los distintos movimientos de diferentes colores y, además, cuenta con una línea de luces que se va iluminando a medida que se programan y ejecutan las secuencias. Eso facilita mucho el proceso ya que les permite saber en todo momento las órdenes que ya han programado, las que ya se han ejecutado y las que no.

También funcionaron muy bien las tarjetas de comandos para planificar y secuenciar el recorrido de forma más tangible antes de programar al robot. Esto ayudó al alumnado a deducir, con más rapidez y eficiencia, las órdenes que debían darle al robot para poder resolver el reto. Además, de este modo, antes de programar el robot ya podían observar la secuencia entera y comprobarla si lo veían necesario.

Por último, tuvieron mucho éxito también los mapas interactivos con los que el alumnado puede interactuar de forma más independiente. Estos permiten un aprendizaje más autónomo al ser el propio Tale-Bot quien explica el reto y les guía para lograrlo.

Por otro lado, hubo algunas cosas que supusieron un pequeño reto, como por ejemplo gestionar la excitación inicial al presentar el Tale-bot. En este caso, creemos que lo mejor es presentar el robot, dar algunas instrucciones básicas de manejo y de seguridad y dejarles tiempo para que exploren y descubran por sí mismos antes de explicar todas las funciones y proponer la actividad. De esta forma, se enfrentarán al reto más relajados pero muy motivados para aprender más y lograr los diferentes desafíos. 

¿Cómo respondieron los/as alumnos/as?

El alumnado respondió muy bien, incluso mejor de lo que esperábamos basándonos en experiencias anteriores similares. Al verlo les llamó la atención, les gustó mucho el diseño y estaban ansiosos y ansiosas por empezar a utilizarlo. 

Al probarlo por primera vez, después de unas breves instrucciones, no les decepcionó. Estuvieron muy contentos de poder utilizar el robot en clase para hacer diferentes actividades. Les encantó que Tale-Bot les ayude en su búsqueda de tesoros hundidos siguiendo los mapas y a contar la historia que habían creado. Creemos que, al resultarles tan fácil comprender cómo funcionaba y verse capaces de hacer que el robot llegue a su destino, les ayudó a motivarse y a querer intentar retos cada vez más difíciles.

Comparte tus comentarios sobre el uso de Matatalab en clase.

En nuestra opinión, el Tale-Bot es una herramienta perfecta para desarrollar muchas habilidades como las que ya hemos comentado, la atención, la visión espacial, la resolución de problemas y el trabajo en equipo, a la vez que se trabajan otros contenidos. Hemos comprobado que les gusta y que les resulta fácil entender cómo funciona y eso permite poder realizar nuevas actividades de mayor dificultad. 

Por otro lado, creemos que es muy versátil; los mapas en blanco permiten utilizarlo en actividades incluidas en cualquier proyecto de manera muy fácil y los mapas interactivos de diversas temáticas que incluye facilitan su integración en clase. Además, con los complementos que trae es fácil imaginar y crear nuevas propuestas didácticas para sorprender a los alumnos y alumnas. 

¿Cuál es la función favorita de los alumnos?

Las funciones favoritas de los alumnos de STEAM Academy fueron, sin duda, los bailes y la grabación de voz. Les gustó mucho poder programar un baile al final de cada secuencia para poder bailar con Tale-bot cada vez que conseguían llegar a la X del tesoro. También les llamó mucho la atención que pudieran grabar su voz para que el robot lo repitiera y escucharse cuando llegaban a una determinada casilla. 
Si quieres conocer más en profundidad como lo han vivido en la STEAM Academy puedes ver el webinar realizado con la docente pinchando aquí. Y si a ti también te gustaría que tu centro educativo participe en el programa piloto de Matatalab el próximo curso puedes contactarnos en carmela@allnet.es.

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